El Cabecense sólo pudo empatar a un gol ante el Mairena. El protagonismo del encuentro se lo llevó el colegiado que no gustó a ninguno de los contendientes.
Se presentaba un partido vital en las aspiraciones de supervivencia en la categoría para el conjunto de Las Cabezas pero se resistió la victoria. Se adelantó el Mairena merced a un penalti inventado por el colegiado que dejó atónitos a propios y extraños. Poco después el equipo visitante se quedó en inferioridad numérica al propinar el jugador amonestado un manotazo a Figueroa, que se recuperó poco después.
Avanzado ya el segundo periodo el guardameta visitante cometió penalti sobre uno de los atacantes rojinegros; Oliver, otra vez, anotó el empate a uno que a la postre resultó definitivo.
Antes de acabar el encuentro el Mairena se quedó con 9 tras la expulsión de uno de sus jugadores por doble amarilla.
Como anécdotas del encuentro cabe destacar un saque de falta al borde del área visitante que subió a rematar el portero del Cabecense, Marcos, pero que no trascendió. Como toque de humor también podemos hablar del perro que irrumpió en el terreno de juego en medio de una jugada persiguiendo a una golondrina que puso la sonrisa en las gradas del municipal.
Se presentaba un partido vital en las aspiraciones de supervivencia en la categoría para el conjunto de Las Cabezas pero se resistió la victoria. Se adelantó el Mairena merced a un penalti inventado por el colegiado que dejó atónitos a propios y extraños. Poco después el equipo visitante se quedó en inferioridad numérica al propinar el jugador amonestado un manotazo a Figueroa, que se recuperó poco después.
Avanzado ya el segundo periodo el guardameta visitante cometió penalti sobre uno de los atacantes rojinegros; Oliver, otra vez, anotó el empate a uno que a la postre resultó definitivo.
Antes de acabar el encuentro el Mairena se quedó con 9 tras la expulsión de uno de sus jugadores por doble amarilla.
Como anécdotas del encuentro cabe destacar un saque de falta al borde del área visitante que subió a rematar el portero del Cabecense, Marcos, pero que no trascendió. Como toque de humor también podemos hablar del perro que irrumpió en el terreno de juego en medio de una jugada persiguiendo a una golondrina que puso la sonrisa en las gradas del municipal.
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