En una de esas mañanas en que sales a pasear por tu pueblo buscando entrar en contacto con su vida cotidiana, saludar a amigos y conocidos por la calle y visitar lugares que te traen recuerdos, pasas junto a un edificio de esos que siempre se ponen en los catálogos de nuestro municipio como punto de interés y ves como se está cayendo a pedazos; uno no puede sentir mas que pena e impotencia al ver como se va cumpliendo esa crónica de una lenta muerte anunciada.
No puede ser que permanezcamos impasibles frente a lo que le está ocurriendo a nuestro convento aunque sepamos desde hace tiempo que está dejado de la mano de Dios. Un edificio emblemático, otrora lugar de culto religioso e incluso de enseñanza, con tantos años de historia, con tantos recuerdos, con tanto bien que se hizo ahí dentro y hacia afuera de sus muros, hacia las familias cabeceñas, no merece ni dejarse caer en el olvido, ni esperar a que el tiempo termine de hacer su trabajo hasta no dejar mas que escombros de lo que un día fue orgullo de Las Cabezas.
Es por esta razón por la que comparto estas tristes imágenes, para ver si así se contribuye a reactivar esas líneas de contacto que nos dijeron que había con el arzobispado, para ver si por fin se proponen soluciones para nuestro convento, el convento de Las Cabezas de San Juan.
1 comentario:
que pena que esto cada vez este peor y todos los ciudadanos mirando para otro lado.
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