"Un pueblo que no cuida su patrimonio, poco a poco irá olvidando su historia".
Y ves que pasan los días, y ves que pasan los meses, incluso los años, y lo que antes era un pequeño problema, ahora se va convirtiendo en una amenaza contra nuestro patrimonio. Las imágenes que verán a continuación no corresponden a edificios ni a obras de arte con siglos de historia, pero no por ello debemos dejar de admirarlas, cuidarlas y respetarlas por su inestimable estima en la intrahistoria cabeceña.
Unas veces el desgaste producido por el paso del tiempo y otras por vandalismo, estas construcciones singulares sufren daños fácilmente reparables pero no se sabe por qué razón, no se toman medidas para remediarlo, haciendo que la dificultad para solventar el problema vaya en aumento.
Causa tristeza ver como los desconchones de la cruz del matadero se van agrandando y esa mano de pintura nunca llega...
Te preguntas por qué la fachada trasera y las ventanas de la casa de la cultura presentan este lamentable aspecto, te preguntas porqué no se invierten recursos en adecuarla; ya no tanto por estética, sino al menos por seguridad:
Paseando por las inmediaciones de uno de los bienes más preciados de nuestro pueblo, todo un monumento declarado Bien de Interés Cultural, se observa que hay elementos que no están a la altura de las circunstancias, ya sea porque han sufrido daños importantes en su estructura o porque suponen un riesgo para la seguridad de los transeúntes. A pesar de esto sigue sin ponerse ningún esmero en reparar estas incidencias:
La fachada principal del convento sigue envejeciendo de mala manera:
Aunque no todo son malas noticias, después de mucho tiempo, alguien ha tenido a bien arreglar los daños en la fachada trasera. No se está haciendo justicia con la conservación del convento, pero en comparación a cómo estaba esta fachada hasta hace unos días, debemos darnos con un canto en los dientes y, como no, mostrar nuestro agradecimiento a las personas que han hecho posible esta pequeña pero importante intervención.
En este
enlace puede ver en qué condiciones estaba esta fachada hace un año.
No hay excusa posible para dejar que estas pinturas groseras vayan sumando días de permanencia en la plaza de la constitución:
Hace ya casi cuatro años que no sabemos donde está, pero suponemos que a buen recaudo, uno de los históricos focos de la plaza de la constitución. Un 22 de febrero de 2013, este foco de forja se desprendió de una de las farolas. Por suerte no hubo que lamentar desgracias personales, pero se pudo hacer más para evitar esa caída ya que era previsible que esto ocurriera debido a que el agua de lluvia llegó a entrar en la lámpara en una cantidad considerable, quedando estanca; el agarre no pudo soportar este peso adicional y al cabo de unos días terminó por ceder. Esperemos que algún día este foco vuelva a lucir en el lugar que corresponde:
Ya. Ya se que las dos imágenes que acompañan a este párrafo no son agradables a la vista y puede parecer que no encajan en este pequeño artículo de opinión, pero el hecho de que esta zona de paso peatonal, perteneciente a la "Calle Real" y para más inri cercana al ambulatorio, hace necesaria su exposición debido a las malas condiciones de salubridad que presenta:
Finalmente, cerraremos este pequeño artículo con lo que queda del "Pozo Girón". A principios de octubre del pasado año un desafortunado accidente vial provocó el derrumbe parcial de este mítico pozo cabeceño. Desde aquel entonces sólo unas vallas metálicas lo flanquean, sin que hayan habido signos para tratar de arreglar tan nefasta situación:
Han pasado mas de 4 meses y ahí sigue desmoronándose. Esperemos que se tomen las medidas oportunas para su restauración o reconstrucción antes de que sea demasiado tarde.
Seguramente existan problemas patrimoniales más importantes en Las Cabezas. Quizás los recursos existentes deban dedicarse a ellos, pero esto no quita que nos sigamos preocupando por estas pequeñas cosas, que tanto significan para la gente de nuestro pueblo. Ellas también forman parte de nuestra historia, cuidémoslas, no permitamos que la desidia consiga que desaparezcan y se pierdan en el olvido. Cuidemos nuestro pueblo y nuestro patrimonio, sea grande o pequeño, para que las futuras generaciones puedan disfrutar de él.