Las Cabezas, 06-11-2011
- El CD Cabecense sólo ha podido sumar un punto en el partido disputado en la mañana de hoy que lo ha enfrentado al conjunto cordobés de Montilla.
- En la primera mitad se anuló un gol al Montilla por fuera de juego y en la segunda le ocurrió lo mismo al Cabecense por una presunta falta sobre el meta visitante.
- A 10 minutos para el final del encuentro Reguera pudo hacer justicia en el marcador pero su disparo se estrelló en el poste derecho de la portería que defendía el portero cordobés.
Desde la grada:
Hoy ha sido uno de esos partidos que no cumplen con las espectativas generadas en torno a él. Se enfrentaban primero contra segundo; dos equipos con potencial suficiente para estar en la pelea del ascenso al final de temporada y como suele ocurrir en los partidos importantes, al final no se ve un partido vistoso, sino más bien se observa un encuentro cargado de tensión y en donde el miedo a perder puede más que el ansia de victoria.
Pues hoy le ha tocado el turno al Montilla demostrar esta teoría. Los cordobeses vinieron a hacer su partido, a jugar más con el cronómetro que con el esférico. Después de los 90 minutos consiguieron sumar un punto, que para su plantel supo a gloria por la escandalosa manera de festejar el pitido final. Pero la imagen que han dejado sobre el terreno de juego quedará en la memoria de los aficionados. Podríamos pensar que ellos han hecho su trabajo, que les ha salido bien su particular "catenaccio", pero no. No han sido tan elegantes.
El Montilla ha aplicado todo un recital a la hora de destruir el juego: faltas constantes, patadas sin el balón en juego, insultos a los jugadores rojinegros para provocarlos, simulaciones, multiples jugadas de "patadón y tentetieso", eternas sustituciones de jugadores, el portero que ha perdiendo tiempo en cada saque de puerta, amén de un sinfín de artimañas.
Hoy le han hecho un flaco favor a este deporte y, si no quieren practicarlo, más bien que se dediquen a otra cosa.
Y claro, ustedes pensaran que ante tal actuación los ¿jugadores? del Montilla se habrán llevado un saco de tarjetas... pues nada más lejos de la realidad. Porque todo lo ocurrido en la mañana de hoy ha contado con el beneplácito del trio arbitral, que en ningún momento ha sabido tomarle el pulso al encuentro: se les quedó demasiado grande. La actuación arbitral ha sido penosa.
Por otro lado, el Cabecense lo ha intentado pero no ha sido capaz de romper la ferrea defensa amarilla y acabó contagiándose de ese fútbol soporífero que proponía el Montilla. Quizás el mister debió ser más ambicioso, pero también es cierto que el equipo cabeceño pudo haberse visto sorprendido por los contragolpes de los visitantes.
En fin, hay que pensar en positivo y saber que ya hay un punto más en el zurrón rojinegro. Quien sabe si al final de temporada, este punto, a nosotros también nos sabrá a gloria.
Pues hoy le ha tocado el turno al Montilla demostrar esta teoría. Los cordobeses vinieron a hacer su partido, a jugar más con el cronómetro que con el esférico. Después de los 90 minutos consiguieron sumar un punto, que para su plantel supo a gloria por la escandalosa manera de festejar el pitido final. Pero la imagen que han dejado sobre el terreno de juego quedará en la memoria de los aficionados. Podríamos pensar que ellos han hecho su trabajo, que les ha salido bien su particular "catenaccio", pero no. No han sido tan elegantes.
El Montilla ha aplicado todo un recital a la hora de destruir el juego: faltas constantes, patadas sin el balón en juego, insultos a los jugadores rojinegros para provocarlos, simulaciones, multiples jugadas de "patadón y tentetieso", eternas sustituciones de jugadores, el portero que ha perdiendo tiempo en cada saque de puerta, amén de un sinfín de artimañas.
Hoy le han hecho un flaco favor a este deporte y, si no quieren practicarlo, más bien que se dediquen a otra cosa.
Y claro, ustedes pensaran que ante tal actuación los ¿jugadores? del Montilla se habrán llevado un saco de tarjetas... pues nada más lejos de la realidad. Porque todo lo ocurrido en la mañana de hoy ha contado con el beneplácito del trio arbitral, que en ningún momento ha sabido tomarle el pulso al encuentro: se les quedó demasiado grande. La actuación arbitral ha sido penosa.
Por otro lado, el Cabecense lo ha intentado pero no ha sido capaz de romper la ferrea defensa amarilla y acabó contagiándose de ese fútbol soporífero que proponía el Montilla. Quizás el mister debió ser más ambicioso, pero también es cierto que el equipo cabeceño pudo haberse visto sorprendido por los contragolpes de los visitantes.
En fin, hay que pensar en positivo y saber que ya hay un punto más en el zurrón rojinegro. Quien sabe si al final de temporada, este punto, a nosotros también nos sabrá a gloria.
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