Tanto va el cantaro a la fuente que se partió.
El partido del sábado ante el Betis es el fruto del mal mes de entrenamiento que llevamos. Todos los equipos van aumentando el ritmo, conforme va avanza la competición ultiman su preparación y van desarrollando los conceptos que día a día se entrena. Pero nosotros atravesamos una fase en la que los entrenamientos se desarrollan con pocas efectivos y los entrenamientos son bajos en intensidad y en trabajo, todo acompañado por un día de calor que evidencio el mal momento de forma por el que atravesamos y todo esto su une a la falta de motivación de algunas de nuestras mejores jugadoras y un día llega un equipo que te hacer sentir ridículo en un terreno de juego y esto es lo que pasó el domingo.
Un equipo falta de motivación, falto de ritmo y sin capacidad de reacción un esperpento sobre el terreno de juego, en ningún momento entramos en el partido, y aunque en la única vez que nos acercamos a la portería marcamos, nunca dimos la sensación de poder ganar el partido, todo el partido se desarrolló en nuestra área y en todo momento se mascaba la tragedia, solo la mala definición por parte de las delanteras del Betis hizo que el resultado fuera tan corto. Los fallos en defensa, sobre todo por banda derecha y un centro del campo, que se vio superado, la falta en la presión de las delanteras facilitaba la circulación del balón por parte de la defensa y encontraba con facilidad a la jugadora número 24 que repartía el juego del centro del campo que a su vez encontraba a las delanteras y ocasionaban muchas oportunidades en ataque. Esperemos que esto haya sido solo un accidente y que para el trascendental partido del fin de semana ante el Gelves demos el 100% y ganemos para mejorar en la clasificación.
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